Torremejía es un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz que se encuentra a escasos 15 minutos de la capital extremeña, Mérida. Existen muy pocos documentos históricos sobre su historia, aunque sí conocemos que antaño fue (y es) uno de los puntos de paso que conectaba la «Bética» con Extremadura, lo que pasó a llamarse Vía de la Plata. Aún hoy día sigue siendo un punto de paso para muchos peregrinos.
¿De dónde viene el nombre de Torremejía?
Cuentan que su nombre viene del escudo de la familia de D. Diego García Torres y Mejía, ya que éste ordenó construir una torre que recibió el nombre de los Mojicones y esta dio lugar al término del municipio.
A sus alrededores encontraremos vastos campos de viñedos de cuyo fruto se extrae el cava de la Vía de la Plata, como se observa en la siguiente imagen.
Una de sus curiosidades más destacadas quizá sean las estatuas que se encuentran literalmente incrustadas en los muros de un antiguo edificio patrimonio del pueblo que más tarde pasó a ser un albergue de la Junta de Extremadura y que actualmente se encuentra cerrado al público.
Al parecer tienen origen romano y se cree que fueron robadas y utilizadas como sedimento para la realización de los muros del edificio, cuando aún nadie aportaba a dichas reliquias el valor que hoy tienen. Sin duda es algo muy curioso de ver y objeto de numerosas fotografías para todos los viajeros que pasan por Torremejía.
De ventanas con vistas al cielo a puertas con acceso a ninguna parte
Si observamos la parte trasera de este edificio, encontraremos también algunas estancias en ruinas que merecen especial mención, sobre todo para los amantes de la fotografía. Desde ventanas con vistas al cielo a puertas con acceso a ninguna parte, la imaginación se abre paso para el viajero.